sábado, 10 de mayo de 2008

Hambre por la noche

Pensaba en qué deseaba comer esa noche. Ni bien llegó comió un paquete de galletas de chocolate y luego se preparó un sanguche de queso derretido y jamonada polaca, pero todavía tenía hambre. Así que pensaba en un aperitivo y otro. Pensó en otro sanguche de queso y jamonada. Luego pensó en un sanguche de atún, en abrir sin más la lata de atún y meterlo en el pan con todo y aceite. Pero entonces pensó que sería desperdiciarlo, pudiendo freir el atún junto con unas tiras de tocino, como le gustaba. Pero afuera sus tíos jugaban a las cartas, y el olor de la fritura llegaría allí y probablemente se quejarían. Entonces pensó en simplemente meter una lonja de jamonada polaca en un pan y así lo hizo, antes de comérselo. Pero todavía tenía hambre. Pensó entonces en qué otras cosas podía comer. Pensaba en galletas de chocolate y potecitos de yogur de plátano y granadilla y en barras de chocolate y cucharadas de manjar blanco. Recordó la gelatina de fresa en su refrigerador, el jugo de manzana y la cerveza. También pensó en la posibilidad de prepararse un jugo de naranja, a la antigua, pero eso requeriría ruido y trabajo, y a esa hora, con sus tíos afuera, no era conveniente. Además, le apetecía comer, no trabajar. Entonces pensó en qué otra cosa podía comer. Pensó en las salchichas que se había terminado en la mañana y en los chocolatines que se había comido antes de ir a la universidad y en la chocoteja que había comprado en el bus antes de llegar a casa y en la botella de vino dulce que quizás pudiera compartir otro día con la muchacha con la que empezaría a salir. Pensó en el pollo con patatas que había comido en el almuerzo. Pensó de nuevo en el queso y en el atún y en comerse el atún con las galletas de soda que guardaban en la despensa. Pensó en la perra que a esas horas dormía en el jardín. Pensaba en toda la comida que había pensado antes y en el cuchillo en el lavadero. Pensó en tomar el cuchillo e ir al jardín y probar algo de carne. Escuchó un ladrido. Hizo lo que pensó.

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