miércoles, 7 de noviembre de 2007

2: Pertenencias


Disco en Reproducción: Ninguno

Alquilo un departamento minúsculo en Monterrico, arriba de una bodega. Estaciono el carro, apago la radio y luego el motor. Son casi las seis de la tarde, en un rato va a oscurecer.

Saludo a Chino al pasar frente a la bodega.
"¿Qué tal, Chino?"
Chino es el dueño de la bodega.
"Todo bien Lalillo. ¿Llevas algo?"
"No gracias, timador."
Chino ríe y yo también. Es un buen tipo. Y bueno, subo al cuarto piso, abro la puerta, entro y al fin, hogar dulce hogar. Realmente nada como llegar a casa luego de trabajar. No puedo entender a la gente que le gusta trabajar, no sé lidiar con ellos, pienso que algo no debe estar funcionando como debería en sus mentes.

¿Qué hay dentro del depa? No mucho. En la cocina: cocina, microondas, mesa, radio, refrigeradora pequeña. En mi cuarto: cama, computadora, mesa de noche. El baño está afuera, en el pasillo. ¿Televisión? Jódanse, consumistas de mierda.

Una de las primeras cosas que hago cuando llego a casa es poner música, incluso antes de prepararme la comida. No me malinterpreten, valoro mucho el silencio, más que la persona promedio, pero hay momentos para la paz y la quietud y hay momentos para el buen rock and roll, y en mis momentos de libertad, si es en el volkswagen o en el departamento, le doy prioridad a la música.

Entro a mi cuarto y enciendo la computadora. Abro la lista de reproducción y dejo corriendo uno de los buenos.

Nuevo Disco en Reproducción: Love at First Sting (Scorpions)

Love at First Sting, un verdadero clásico, y solo un poco del buen hard rock alemán de los 80's. Ya siento volver mis energías, sí que sí. Subo el volumen lo suficiente como para que se oiga en todo el departamento (que no es precisamente una proeza) sin molestar a los vecinos. No es cuestión de molestar a nadie. Camino a la cocina moviendo la cabeza enérgicamente, abro la refri y saco queso y jamón y una Pilsen. La bolsa de pan ya está sobre la mesa y tras dejarme caer en una silla, comienzo a prepararme tres sanguches. Me cago de hambre. Y porque no admitirlo, también tengo algo de sueño.

No hay comentarios: