miércoles, 21 de noviembre de 2007

el maestro del arte de matar

el alma claroscura
desnuda, fresca, lozana
endulza, amarga, enfría, reflexiona
genuflexa ante un altar de llamas argentinas
salta en un pie, se enarbola y esquiva
las flechas, las sales, las armas y la hoguera
el alma claroscura, desnuda, fresca y lozana
poblada de espinas y corazas de enrojecido carey
amurallada por ensangrentados parachoques de fierro
entretejida con agujas calientes de alargadas cabezas penetrando en
----------el cuero
con premura y detenimiento pero sin detenerse realmente
como jugando, como queriendo
pero sin querer realmente
la ciencia de la moral, la ciencia del amanecer, la ciencia de la
----------ciencia, la ciencia
de los grandes árboles de los bosques de Arcadia
(Arcadia la griega)
quien doblara, quien pudiera, quien arrojara los velos de la tarde
sobre los ojos negros de pestañas claras de caras quebradas de
----------cabellos estirados de cabezas
calientes finamente alargadas a tironeos, a pedradas, a patadas, a
----------tiroteos
en la frontera de México y Ecuador
donde no hay ley, donde no hay ciencia, donde no hay alma
alma claroscura
alma que se desnuda y es pintada y arrancada y trabajada
pues está fresca y lozana y reflexiona genuflexa enarbolada
y encantada de la vida pero sin conocer los verdaderos prodigios del
----------arte que a estas alturas
ni siquiera el maestro ha llegado a comprender
porque el contrario de morir no es vivir, pequeño saltamontes/
sino matar.

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