viernes, 23 de noviembre de 2007

las demandas del poeta

para continuar escribiendo necesito
un cuaderno más pequeño
una musa de piernas suaves
un nuevo descargador de música
un espejo más grande
y una buena erección.
en el valle de mi cerebro se cuecen habas y se reproducen
notas oscuras sobre placas cervicales
mientras en mis orificios se van pudriendo chaquetas y pelucas
abandonadas por viscosos hombrecillos
de colores
en un gesto de protesta, una exigencia
a la renal constitución del pueblo
que grita hipertensionado
y con una embolia recurrente en el torrente de sus ojos:
"¡Habas corpus! Habas corpus
ofideus cerebelis!"
y yo, contenido por un muro, un rompemuelles, un portaaviones
erigido a la medida de mis carencias/
pero siempre amparado por las suaves leyes de la Prohibición/
me río de ellos (onomatopeya de un rebuzno).

No hay comentarios: