viernes, 30 de noviembre de 2007

Para Mi Abuelo

Abuelo,
si mi padre viera que te dedico este poema
tendría que vender todos mis poemas anteriores
a fin de reunir 50 centavos
y así enfrentar a la adversidad armado con una bolsa de pan,
y no porque mi padre te odiara
abuelo,
después de todo eras su padre,
sino porque te has convertido en un tema que para él es mejor no
----------tocar.
Me acuerdo bien de ti, abuelo
gritándome por jugar con el teléfono
no tengo verdaderas pruebas, no me he atrevido a preguntar, creo
----------recordar
haber recibido de ti un buen bofetón
o quizás solo un pellizcón, por jugar con el teléfono
debo admitir que me dabas un poco de miedo, viejo severo.
Por supuesto, no me gustaba ir a tu casa
donde siempre estaba mi abuela quejándose del asma
mi tío V en la cocina hablando nerviosamente, un hombre adulto
escondiéndose de ti, abuelo
si que eras un viejo de temer.
Volviendo al tema de mi abuela y del honor de la familia,
te pasabas abuelo.
¿En qué estarías pensando? De hecho no en el porvenir universitario
de tus siete hijos, ni en los sacramentos de la Iglesia.
Yo pienso, abuelo, honestamente, aunque nunca lo he preguntado,
que tú eras ateo, tan ateo como yo.
No sé, a pesar de las inyecciones de aire,
cuando los purés y las menestras y los arroces no querían bajar por
----------sus gargantas
tus hijos te tenían cierto cariño, ¿verdad? Bueno,
E no, el mayor no. Ese siempre te dice "el monstruo"
cuando por alguna casualidad apareces en alguna conversación,
pero los otros sí, especialmente el hijo menor, especialmente mis tías,
y eso que una de ellas tenía razones para no hacerlo,
como mi padre.
Buenas razones,
razones de peso, abuelo.
Esas miradas lascivas hacia el cuerpo de tus nietas
como lenguas abrazando la madera
como la tinta de un molusco tiñendo de negro su pescera y a los
----------demás peces en ella.
Y los besos y abrazos un poco fuera de lugar,
te pasabas de viejo verde abuelo.
Y el hijo del medio, el de los ojos verdes, mi padre
ese ni te quiere ni te odia, creo
aún ahora su relación es la más compleja
¿cómo puede uno juzgar a su padre? Es difícil
aún cuando todo tu pasado te señale con un dedo y te amedrante
con una fusta que amenaza con lacerar la carne de tus nalgas y tus
----------muslos
abuelo, ¿qué puede hacer un hijo ante la afrenta de su padre?
Así que nada, a seguir visitándote
pese a las objeciones de mi madre (esa sí que no puede escuchar tu
----------nombre,
se pone roja como el diablo), qué quizás haría el sacrificio por mi
----------abuela
más que nada, y algo también por el pobre tío V
a ir a escuchar tus gritos y exabruptos
como si nada hubiera pasado
mandándote cariños que ni mi hermana ni mi hermano te hubieran
----------enviado de verdad.
Ah, abuelo, y a mí me tenían que llevar con ellos
yo que no supe la verdad hasta hace muy poco
a que me gritaras y amenazaras por jugar con tus pipas de arcilla
por intentar leer tus libros polvorientos y alzar de vez en cuando tu
----------teléfono
qué coraje abuelo, no te costaba tanto ser más gentil, ¿no?
Pero esperaste a que creciera
a que muriera mi abuela y no te quedara más que tu hijo amanerado
y una sordera incipiente
para empezar a guardarme revistitas y viejos diccionarios
y mostrarme una sonrisa sin dientes, con un hilillo de baba en la
----------comisura de tus viejos labios
y lograr conmoverme, y defenderte frente a otros
pero abuelo, yo tenía que enterarme,
fue una verdadera lástima
ya ni las revistas ni los diccionarios me impedirían odiarte
asentir cuando el tío E te llamara monstruo, dar la razón a mi madre
----------cuando enrojeciera,
y siempre tratando de entender a mi padre por seguir estando allí
para ti.
Y poco antes de que te murieras abuelo, afirmabas que mi abuela
----------había bajado del cielo para verte
y mi mamá decía que qué descaro
que después de todas las trastadas a la pobre ahora te fueras a poner
----------romántico,
viejo conchetumadre.
Pero ya pasó un montón de tiempo abuelo, y ahora eres un tema tabú
como te dije.
Aquí hay algunos que te extrañan, los que no saben todas esas cosas
que hiciste
o los que dicen que ya a los 40 y tantos años estabas senil
los que limpiaban los hilillos de baba de la comisura de tus labios
y claro, mi tío V, el pobre tío V
pero ya sin rencores abuelo, ya aprendí a perdonarte
después de todo, a mí no me hiciste nada grave, trataste de redimirte
con revistas de papel periódico y viejos diccionarios
pero trataste, y eso vale
además, ¿quién soy yo para juzgarte? Si ni siquiera mi padre
aún en lo más profundo de sus cansados ojos verdes, sabe realmente
----------como odiarte
¿cómo podré hacerlo yo, abuelo?
Algún día, abuelo P
algún día te tocará ajustar cuentas con las astillas suturando tus fríos labios
----------a tu boca
con los diplomas de Essan y los vestiditos de mi tía A
y será entonces abuelo, cuando al fin puedas saldar todas tus cuentas
y tú y yo no tengamos nada más que hablar.

3 comentarios:

Paulina dijo...

ouuh tururu... me hiciste recordar a mi abuelo con sus apuestas a los caballos, sus borracheras y sus tangos.
Saludos

Anónimo dijo...

jajaja ese iñaky . expúlsalo hijo , expúlsalo.

atte: RJ "D"

Translaughter dijo...

Me gusto el poema. Quería invitarte a leer nuestro blog cornucopiados.blogspot.com quizas haya algo de afinidad.salu2